- Título de la película: Inteligencia Artificial
- Año: 2001
- Duración:154 min.
- Director: Steven Spielberg
- Sinopsis: En un tiempo donde la tecnología avanza a un ritmo vertiginoso y los recursos naturales son muy escasos, la emoción es la última frontera en la evolución de los robots, pero Cybertronics Manufacturing ha creado la solución. Se trata de David, el primer niño robot programado para amar, adoptado por un empleado de esta empresa y su esposa, cuyo hijo, que tiene una enfermedad terminal, ha sido congelado hasta que se pueda encontrar una cura. Circunstancias inesperadas hacen que la vida de David resulte muy difícil. Él y Teddy, su oso de peluche y protector, emprenden un viaje para averiguar de donde proceden, descubriendo que la distancia que separa a hombres y robots es muy pequeña.
Si la película es la respuesta, la
pregunta es: ¿podrán las máquinas llegar a tener pensamientos y
sentimientos propios?
La respuesta de la
película parece clara. David llega a sentir afecto hacia las
personas, en especial a su madre. Pero, personalmente, creo que eso
es imposible.
Probablemente se
crearán en un futuro no muy lejano, robots que actúen de forma
idéntica a los seres humanos, dado que la ciencia avanza a una
velocidad inverosímil. Pero estos robots actuarán de una manera
previamente establecida por su creador, obteniendo y procesando
datos, como un programa informático, pero jamás llegarán a
alcanzar una autonomía para poder establecer unos criterios y poseer
sentimientos y pensamientos propios. Esta característica solo está
presente en los seres humanos. Como afirmaba Sartre, en el ser humano
la existencia es anterior a la esencia. En el caso de los robots
ocurre todo lo contrario, siempre hay una esencia que determina la
existencia. Jamás un medio de inteligencia artificial podrá
sustituir, en lo que a pensamientos y sentimientos se refiere, a un
ser humano.
Juan José Rosa Cánovas, 1º Bachillerato DC
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